martes, 13 de marzo de 2012

Señorita Escarlatina.


Hace unos días, me comentó la profe de mi hijo que había un caso de escarlatina en la guarde. Esto activó todas mis alarmas, pensando que estábamos ante una epidemia gravísima, y me puse a buscar información y a preguntar al pediatra. Bien, aquí está el resultado de mis desvelos. La escarlatina es una enfermedad infantil (2-10 años) provocada por la entrada y colonización de la garganta de una bacteria estreptocócica, la cual produce una toxina que es la que provoca la enfermedad. Se caracteriza por dolor de garganta, fiebre alta y tras unos días aparece una erupción cutánea en forma de ronchas con aspecto de quemadura. Las ronchas aparecen primero en cuello y cara (menos alrededor de la boca) y se van extendiendo por el cuerpo, sobretodo por los pliegues. A los seis días las ronchas desaparecen y la piel suele descamarse.
El mecanismo de transmisión de la escarlatina es el aire, pero no todo el mundo que contrae la bacteria padece la enfermedad, es necesario ser sensible a la toxina que produce y, una vez que se ha padecido, puede repetirse, ya que no genera inmunidad.
Esta enfermedad era mortal hace años, pero hoy en día gracias al uso de antibióticos, es igual de molesta que una amigdalitis de toda la vida.