miércoles, 23 de noviembre de 2011

Claves para la lactancia materna.

     1. Iniciarla cuanto antes.
Durante las dos horas posteriores al nacimiento, el bebé tiene el instinto de succión completamente activado, y tras este periodo entra en una especie de letargo que durará hasta 24h. Por esto es importantísimo poner al niño al pecho en cuanto nace.
Esto no quiere decir que si no se realiza ya no se pueda amamantar al niño, sino que hacerlo así lo facilita.

    2. Correcto agarre del niño.
El bebé debe introducir en su boca el pezón y prácticamente toda la areola. De esta manera, la leche pasará directamente a su garganta, facilitando la deglución y evitando atragantamientos. Además, los labios del niño deben estar vueltos hacia fuera; así evitaremos que el niño trague aire, pues el cierre de sus labios sobre el pecho es hermético.
Un correcto agarre del niño al pecho evita la formación de grietas en los pezones y otras molestias que pueden ocasionar dolor. Si durante el amamantamiento aparece dolor, casi siempre será debido a una mala postura o un agarre incorrecto.

    3. Postura correcta de la madre y del niño.
En primer lugar, se debe adoptar una postura que sea cómoda para ambos y que facilite el agarre del niño. El abanico de posibilidades en muy amplio, estando sólo limitado por el sentido común. Estas son algunas posturas que pueden ayudar a facilitar el amamantamiento:
• Acunado
• Acostado
• Pelota de fútbol
• Acunado cruzado

    4. Evitar interferencias.
Como por ejemplo los biberones de leche artificial (suplemento) o de suero glucosado. El uso del chupete durante los primeros 15 días también puede interferir en la instauración de la lactancia, debido a que confunde a los bebés.

    5. A demanda.
Esto significa hacerlo siempre que el niño quiera, sin horarios. Ofrece el pecho a menudo, de día y de noche. De esta manera se garantiza la adecuada nutrición del niño y un correcto suministro de leche, ya que el pecho produce exactamente la cantidad que el niño consume, incluso un poquito más. Cuanto más mama el bebé, más leche produce la madre. Es importante respetar el equilibrio natural y dejar que el bebé marque las pautas, mamando a demanda. No es necesario sentir el pecho lleno; la leche se produce principalmente durante la toma gracias a la succión del bebé. Además, los bebés no entienden de horarios, se guían sólo por su instinto. Con los bebés recién nacidos, no se debe esperar a que lloren para darles de comer, sino estar atentos a las señales de que tienen hambre (chupar las manitas, mover la cabecita hacia los lados…) Así se evita que debido al nerviosismo que les produce el hambre, les cueste agarrarse al pecho. Permite que el bebé mame del primer pecho todo lo que desee, hasta que lo suelte. Después ofrécele el otro. Unas veces lo querrá, otras no. Así el bebé tomará la leche que se produce al final de la toma, rica en grasa y calorías, y se sentirá satisfecho.



    6. Paciencia.
Es probable que las primeras semanas sean un poco difíciles, ya que tanto la madre como el niño están aprendiendo. Es habitual que se presenten dudas, como por ejemplo si el bebé estará comiendo lo suficiente y algunas molestias, como la irritación de los pezones. Todo esto desaparecerá una vez que la lactancia esté correctamente instalada.

    7. Refuerza el vínculo madre-bebé.
Al darle el pecho, el bebé no sólo recibe alimento, sino también amor, consuelo, tranquilidad, seguridad. De esta manera el bebé se siente querido y protegido. Ofrecerle el pecho es la forma más rápida de calmar a tu bebé.

    8. Ayuda.
Para conseguir una lactancia correcta, es necesario que la madre tenga tiempo para dedicarse exclusivamente a su bebé, por eso es fundamental que su pareja, familia, amigos o alguien la ayude con sus otros trabajos. Cuando hablamos de ayuda no nos referimos al cuidado del bebé, pues esto debe hacerlo ella, sino a otras tareas, como por ejemplo la casa, el trabajo, etc. La madre debe poder delegarlas en alguien de su confianza.

    9. Grupos de apoyo.
Son diferentes asociaciones sin ánimo de lucro, habitualmente formadas por madres, cuyo fin es ayudar a otras madres con la lactancia. En sus reuniones se ponen en común dudas, problemas, etc y se intentan resolver entre todas.